Bimba

Bimba, una gatita callejera. La recogimos en Marzo del 2007, tenía unos 3 meses, estaba flaca y asustada, se escondía de nosotros los primeros días. Pasó una semana y se familiarizó rápidamente, todo el mundo decía que era una gata fea, cómo podían decir eso? no hay gato feo, yo creo. Bimba tenía un pelo de colores indefinidos y un rabo demasiado grande para su cuerpo, pero tenía unos ojos alucinantes, era cariñosa y lista, le gustaba las caricias y la leche, cuando me levantaba y me preparaba el desayuno, le decía: quieres leche?, se convirtió en una coletilla que Laura y yo repetíamos y nos reíamos. Cuando nos íbamos de casa, salía al jardín y se subía a un muro que da a la calle a esperarnos, nuestras miradas cuando íbamos hacia casa siempre era allí y allí estaba con esos ojos alucinantemente verdes claro, creo que la besamos tropecientas veces mientras estuvo con nosotros, además nos encantaba que dijeran que era tan fea que parecía una gata obrera, Laura lo reivindicaba!!. A los 6 meses empezó a salir de casa a darse paseos, le gustaba la noche, como a todos los gatos, pero siempre volvía pronto. Decíamos que la bimba estaba por los tejadines.


Un día no apareció, empezamos a buscarla por la urba desesperadamente Laura y yo, la llamábamos a grito limpio, pero nada...a los dos días salíamos de casa e íbamos hablando de la bimba, medio llorando decíamos :"dónde estará la bimba"? y de repente oímos miaumiauuuuu, empezamos a gritar "BIMBAAA" no nos podíamos imaginar que estaba justo dos casas más abajo que la nuestra encerrada en un garaje, la pusimos comida y agua hasta que la familia llegó y abrió la puerta (habían estado fuera dos días) Estábamos tan contentas!!! estuvo dos días sin salir de casa, pero al tercero (era viernes) por la noche sobre las 10 pidió que le abriera la puerta, dudé un momento, pero me miró con esa carita como diciéndome: "anda, déjame que me pasee un poquito" y la abrí...llegaron las 12 de la noche y no volvía, no podía acostarme sin que bimba llegase...a las 3 cuando Laura venia de fiesta se la encontró en la acera al lado de casa atropellada por un coche, me llamó llorando y lloramos las dos y, nuestra adorada bimba desapareció en el mismo mes que la encontramos, justo un año, un año con nosotros y seguimos echándola de menos.