sábado, 13 de junio de 2009

¡FELICIDADES!



¡FELICIDADES, SARA!

Soy un gato feliz. ¡Ah, recuerdo cuando vine a esta casa!. Me gustó, me gustó mucho, pero sobre todo me gustó cuando llegó Sara, la más "cuerda" de los que habitan en ella. Me llama gato y me trata como lo que soy, ¡un gato!. No como la mamma que me llama "Niño". ¡Niñooooo!, me grita y a mi me da de todo, ¿mira que llamarme niño...?. ¿Qué van a pensar los gatunos del barrio?. Menos mal que Sara la llama al orden y le dice: "¡mamá, recuerda...es un gato!". Me gusta todo de Sara, como me acaricia, como se ríe, como me mira..., hasta su cuarto, ese ¡follón! lleno de libros y dibujitos; también me gusta tumbarme cerca de ella, escuchar su música en francés y verla dibujar. Lo más divertido es cuando llega la hora de irse a la cama, Sara se acuesta y llega la mamma a darle besitos, subo corriendo y me tumbo al lado de las dos, siempre igual, el mismo monólogo de la mamma, bla-bla-bla-bla, empiezo a dormitar con el rum-rum de su voz...hasta que Sara levanta la cabeza y le dice: "mamá, ¿ no te cansas de hablar?", entonces salgo de mi sopor y ...¡ todos a dormir!, me tumbo en mi cama, cierro los ojos y digo: "¡¡hasta mañana Sara y que cumplas muchos más!!".


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